Aventura en Bulgaria, 1991-1997
Una vez finalizada la construcción de mi barco y en vista de la demanda que tenía para construir veleros de acero empecé a buscar donde construir, por lo menos los cascos, en Valencia encontré una calderería llamada "Solexit" que pronto convertí en astillero, en ella construí el primero, un Terranova 48 de Iñigo Echenique, pero los precios tanto aquí como en cualquier país de Europa eran muy altos y decidí buscar sitios mas baratos. Le hablé del proyecto a Martín, pionero de la náutica en Valencia, y se interesó por él, compramos revistas de náutica de toda Europa y en una de ellas aparecía un anuncio sobre construcción de veleros de acero en Bélgica, llamamos y tirando del hilo dimos con un tal Mariel Samsonov en Bulgaria, éste fue el principio de una gran aventura, corría finales de 1991.
Porta-planos de "Samson Yachting S.L"
Bulgaria tenía un retraso con respecto a España de unos 30 años, al igual que en el resto de países comunistas, era el final del régimen soviético y el país se dividía entre la vieja guardia y los liberales, cosas curiosas de la política, aquí los progresistas eran los de derechas ( llevaban barba, el pelo largo, escuchaban a los Beatles etc) y los conservadores los comunistas (pelo corto, reaccionarios, religiosos etc) aquello era demasiado para todo un "rojo" que había sido yo en mi juventud, pero una maravilla volver a vivir una época de cambio con la estética, las ilusiones y la música que teníamos en España en los años setenta, era como viajar al pasado, los coches (excepto los de la mafia) eran los Seat 124, allí llamados "Lada" y los mas humildes los "Moskovis" de cartón-piedra, los trenes eran los mismos que circulaban por España en los setenta, y así todo. Éramos muy bien recibidos por todo el mundo menos por las autoridades, el país no estaba preparado para el libre comercio y aquello se convirtió en un auténtico calvario, solo había un banco estatal y lo demás garitos de cambio, la convivencia con los Búlgaros era mas difícil para ellos que para nosotros pues tenían prohibido alojar a "extranjeros" en su casa, (en todas las fincas había un espía que informaba al partido de todo el que entraba y salía), tampoco se podía hablar con ellos (si veían a una chica hablar con un extranjero en una cafetería se le podía acusar de ejercer la prostitución y era encerrada), para desplazarse de una ciudad a otra ¡necesitaban pasaporte!.
Los problemas empezaron a aparecer enseguida, ¡no habían empresas de transporte que fueran a Bulgaria!, allí solo hacíamos el casco y la carpintería, todo lo demás teníamos que llevarlo hasta Sofía, palos, motores, escotillas etc. Compramos un Land Rover con mas 40.0000 km y un remolque, ya teníamos "Empresa de transportes", otra cosa era atravesar los Balcanes en invierno con nieve hasta la rodilla y a 20 º bajo cero, el primer viaje lo hice en pleno invierno con Carlos y Toni en una furgoneta alquilada (fotos de la furgoneta blanca) llevando los dos motores del "Siroco Diez" y un montón de cosas más, Yugoslavia estaba en guerra y nos tocaba rodearla, bajábamos toda Italia hasta Brindisi donde embarcábamos y cruzábamos el Adriático hasta Igoumenitsa en Grecia, desde ahí atravesábamos todo el norte de Grecia hasta llegar a Bulgaria, el segundo viaje fue con Martín en primavera, con un remolque de caja, tendríamos que buscar un camino alternativo para transportar los mástiles, sería imposible atravesar los Balcanes por carreteras de segunda con semejante remolque y en invierno, teníamos que parar después de cada descenso y esperar a que los frenos dejasen de echar humo, con hielo y el remolque largo nos despeñaríamos.
Primer viaje con Carlos y Toni para llevar los motores del que luego seria el Siroco Diez.
El viaje con los mástiles merece un comentario aparte, salimos de Valencia con un motor , un generador y varias cajas de material diverso, subimos hasta la Rochelle, en Francia, para cargar los mástiles, botavaras y jarcias de tres barcos en "Z-Spars", fabricante de los mismos, el líquido de frenos goteaba y ya nos había dado más de un susto, sobre todo al que se veía venir encima al Land Rover, afortunadamente un trabajador de Z-Spars tenía uno y nos llevo hasta su mecánico, éste nos hizo una reparación de emergencia y nos advirtió que teníamos que cambiar la bomba, pero que si no íbamos muy lejos nos aguantaría, cuando le dijimos donde íbamos...., en Z-Spars hicieron venir a un fotógrafo para inmortalizar la carga y salida del Land Rover, nadie sabia como cargar todo aquello, no nos imaginábamos que abultase tanto y pretendíamos atarlo con ¡cabos!, imposible, apareció la dueña de Z-Spars y se puso a dirigir la carga, envió a comprar cinchas con carraca y en poco tiempo estaba todo lo mejor que se podía tener, pasábamos los 16 metros de largo, anochecía pero no teníamos más remedio que salir, al poco de entrar en la autopista empezó a salir humo del salpicadero y nos quedamos sin luces, se había quemado el interruptor corta-larga, uní los cables de la corta y continuamos, vuelta a bajar toda Francia hasta el sur a 60km/hora, en Niza dormiríamos en casa de un familiar de Martín, sería la única noche que pasaríamos en una cama, la que organizamos por las calles de Niza no la cuento para no extenderme mucho.
En algún lugar de Grecia poco antes de pasar la frontera hacia Bulgaria
En las cuestas no hacíamos más de 20 km/h, bajamos toda Italia hasta Brindisi, allí nos esperaba el casco antiguo de la ciudad que había que atravesar para llegar al puerto..., algún golpe dimos a los coches que estaban aparcados y alguien llamó a la policía que finalmente acompañada de algunos vecinos nos encontró en la cola para embarcar, al otro lado del Adriático había una guerra y un policía con vocación de Serlok-Holmes pensó que llevábamos lanza misiles, tuvimos que destapar algún mástil, al final nuestro seguro se hizo cargo de los desperfectos y pudimos embarcar, sí, pero había que meter el Land Rover marcha atrás en el barco, los camioneros amablemente trataban de ayudarnos, derecha...., no no izquierda..., finalmente el Land Rover y su remolque quedaron aparcados en la bodega del ferry y ellos pudieron embarcar, ja, ja.
Esta vez desembarcamos en Patraxos, con semejante artefacto no podíamos atravesar Grecia por la montaña, teníamos que bordear todo el Peloponeso por la única autopista que había en Grecia, el viaje hasta Tesalónica se desarrolló sin incidencias, aparte del tiempo lluvioso y de que nos despistamos con las indicaciones y nos metimos hasta el centro de Atenas, una vez pasada Tesalónica ya no te libras de la montaña y conforme íbamos subiendo empezamos a encontrar nieve..., y más nieve, que sería en Bulgaria, llegamos a la frontera de noche y Mariel que tenía que estar allí para explicar a los aduaneros que era todo aquello no estaba, esperamos y esperamos, como pudimos nos enteramos que el temporal de nieve había roto las líneas de teléfono, como no podíamos quedarnos en tierra de nadie cruzamos la frontera y a base de hacer dibujos de barquitos la policía nos dejó pasar ¡increíble! delante de nosotros estaban haciendo descargar camiones enteros.
No nos atrevimos a continuar de noche por las carreteras Búlgaras, por llamarlas de alguna manera, así que nos abrigamos bien, encendimos el camping-gas que llevábamos para cocinar y nos decidimos a pasar la noche dentro del Land Rover a 11º bajo cero, cerraron el único bar o algo parecido que había y nos quedamos nosotros, un taxi y una prostituta, solos en aquella inmensa explanada sin una sola luz, el paisaje me recordaba a la película del "Doctor Zhivago" y sin querer nos convertimos en únicos testigos de un desagradable incidente entre la chica, el taxista y un grupo de mafiosos que apareció a bordo de lujosos BMW, tuvimos que apagar el campig-gas para no ser descubiertos y apenas nos atrevíamos a respirar para que el vao no nos delatase, afortunadamente no pasó nada relevante, el taxista o quien fuera se enfrento al grupo y tras un corto forcejeo se marcharon haciendo patinar los coches sobre la nieve. Con el amanecer continuamos camino hacia Sofía, sólo se podía circular con la tracción a las cuatro ruedas a 20 km/hora, el remolque derrapaba peligrosamente arrastrando con él al Land Rover, los autobuses y camiones estaban parados y cualquier intento de ponerse en circulación terminaba con un peligroso deslizamiento hacia la cuneta, ¡éramos los únicos que avanzábamos!, a 30 km de Sofia la bomba del líquido de frenos dejó definitivamente de funcionar, Martín y su hijo se quedaron en el Land Rover y yo llegué hasta Sofía en auto-stop, ¿un camión grúa?, imposible hoy es domingo por la tarde y como no hay nada que hacer ni a donde ir, la gente se queda en casa y bebe wodka hasta caerse, pero Mariel, eso no es posible, pero si así era, fuimos de puerta en puerta y no conseguimos encontrar ni un solo conductor sobrio, volví con Mariel hasta donde estaba el Land Rover e intentamos remolcarlo todo con su viejo Mercedes, paraba dos veces al día en la gasolinera a repostar... ¡aceite!, el invento no resultó y como nosotros estábamos casi congelados nos fuimos a Sofía con el Mercedes y allí se quedó Mariel guardando nuestro valioso cargamento, pero algo le hizo a la bomba y a última hora del día llegaba a Sofía.
El Land Rover con su valioso cargamento en el astillero, como se vera teníamos buena luz natural, a la izquierda se ve la popa del Siroco.
Arriba el Alitán 53, futuro "Siroco Diez" distintas fases de la construcción.
Construcción amateur en el centro de Sofía, los pocos barcos de recreo que habían en Bulgaria eran todos de construcción amateur, conocimos gente que llevaba toda la vida construyéndose el barco y también a algunos que lo habían terminado y después de semejante sacrificio no podían navegar más allá de la vista de las torretas de vigilancia que había en la costa, ni pensar en hacer un crucero a algún país vecino, ni tan siquiera a otro puerto dentro de la misma Bulgaria sin permiso especial.
En pleno centro de Sofia
Debajo: dos fotos del barco, que se estaba haciendo nuestro socio Búlgaro Mariel, de ferrocemento, 16 metros de barco en medio del monte y como se puede apreciar en la foto de arriba derecha, el forjado ya está oxidado, supongo que seguirá allí o ¿lo habrá derribado? ¿o desguazado? ¿Cómo se dirá?.
No tenía la más mínima posibilidad de poder terminar semejante barco, ¿Cómo poner motor, palo y llevarlo hasta el mar Negro a 700km de distancia, con un sueldo de unos 40€ mensuales?
Afortunadamente para él se pudo construir uno de acero con los restos que quedaron de los nuestros, aunque no lo parezca esta construido con las mismas cuadernas que el Samson 56 ¡bravo Mariel!
Mi socio Martín y yo con Estoyan el tornero del astillero, todas las piezas se hacían a mano una por una .
Acastillaje vario junto a la maqueta del Siroco Diez, que hizo el mismo Carlos, uno de los dos armadores.
Mobiliario que hacía Pepín, nuestro primer carpintero, en su propio domicilio, él fue uno de los pocos constructores amateurs que consiguió terminar su propio barco.
Mientras se hacia el casco se iban haciendo puertas, cajones etc hasta el segundo año no conseguimos tener una nave en la que cupiese todo y teníamos que andar de un sitio para otro.
Joubert-Nivelt 56
Proyecto del prestigioso gabinete Francés, que nos permitió conocer a Michel Joubert, con el que tuvimos una relación muy fluida e interesante, fue el principio de una bonita amistad, por el mundo navegan unos 12000 barcos diseñados por él.
Este 56 pies es un derivador propulsado por 2 motores de 75hp
En las fotos podemos apreciar la imprimación de silicato inorgánico de zinc en base agua, que fabrica "Meta" reconocido astillero que fabricó el mítico "Joshua" del también mítico navegante Francés Moitessier, otra enciclopedia viviente es el propietario de Meta el Sr. Fricaud.
El casco del 56 lo construimos en un cobertizo y cuando ya tuvimos una nave lo trasladamos a la misma.
Ya en la nave
El barco con la pintura final terminada y preparado para transportarlo al Mar Negro.
En las fotos de debajo uno de los camarotes de popa y la entrada con la cocina al fondo.
El Samson 56 se equipo con dos motores Perkins de 75 hp, fabricados en Bulgaria con licencia Perkins y con un precio casi de risa
Y como todo era muy barato, por pedir que no quedase, el capricho de rueda que quiso el armador
En el mar negro y primeras pruebas
En estos países hay un concepto muy elevado de la amistad, sin ella no se podría vivir, todo se hace a base de amigos y si el círculo no se rompe la cosa funciona, por ejemplo: uno trabaja en una fábrica de ladrillos, no apunta la salida de un camión que se desvía para hacer la casa de su amigo... éste es médico, que había atendido a la mujer del anterior durante su embarazo, la mujer a su vez trabaja en una granja y despista algún cochinillo que le lleva a otro amigo que es mecánico y le arregla el coche... y así hasta el infinito, todo era del estado y esas pequeñas corruptelas es lo que permitía que la vida fuera un poco más llevadera.
Nosotros necesitábamos unos cables de acero para terminar la arboladura del 56 y se encontraba amarrado a nuestro lado un buque escuela de la marina Rusa de tres mástiles, foto de abajo, tras una breve conversación con los tripulantes y la consiguiente propina quedamos en acudir una vez anocheciese al muelle, así lo hicimos y al poco de estar allí cayeron a nuestros pies unos rollos de cable de acero, nos ofrecieron hasta ametralladoras "Kalasnikov", la tripulación del buque escuela hacía tiempo que no cobraba su nómina y vivían haciendo excursiones para los turistas, años después lo vi fondeado en Formentera, una empresa Catalana lo había alquilado para hacer chárter, ¿alguien imagina al "Juan Sebastián Elcano" en esta situación?
El buque escuela al fondo, en primer plano la almiranta
Un artículo publicado en la revista "CETA" (una especie de Cambio 16 búlgaro) se hacía eco de nuestras actividades en Bulgaria, no nos veía con buenos ojos, "el capital del oeste llega al este" recuerdo cuando nos presentamos en la embajada española, dos años después de estar por allí, la cara de Rosario, la canciller, al enterarse de lo que hacíamos y su asombro al saber que no habíamos tenido ningún encontronazo con la mafia, no tardo mucho en llegar y fue el motivo que me decidió a abandonar Bulgaria.
En el centro de Sofia había una pequeña zona residencial compuesta por varias casas con jardín, en una de ellas se paseaban guardias armados con "kalasnikov" y perros, todo el mundo sabia quien vivía en ella con total impunidad, tuvimos una reunión para hablar de negocios ...
También había tiempo para el turismo, un par de fotografías del Monasterio de Rila, situado en una zona montañosa en la que aún quedan osos salvajes, no hace mucho recuerdo algunas críticas al rey de España porque había estado cazando osos por allí, entre las múltiples y variadas peticiones que teníamos para hacer negocios estaba la de una empresa española que organizaba cacerías por todo el mundo, no me interesaba el tema pero con tal excusa realicé un viaje por la Bulgaria profunda que jamás olvidaré, además con un pase especial de ministro de turismo, había que ver como te atendían en todas partes.
Nessebar, población declarada patrimonio de la humanidad
Debajo: club náutico de "Varna", se puede observar la torre de vigilancia desde la cual se controlaba toda la bahía , si algún navegante la perdía de vista, o la torre lo perdía a él, era perseguido y detenido y allí la policía impresiona, casi más que la mafia, a los extranjeros nos paraban y multaban por principio.
En el "Club" no había servicios, y en el barco de mi socio tampoco, pregunte que hacer y me indico la escollera, claro que había mas gente haciendo sus necesidades, ja, ja.
Y la nieve, como no
El Land Rover Santana no aguanto muchos viajes y pasamos a un Nissan Patrol, otro excelente vehículo
Joubert-Nivelt 60
Repetimos con "Joubert-Nivelt" esta vez un motovelero puro, de 18 metros de eslora con dos motores de 125hp
En cuanto a instalaciones, el armador no se privó de nada, aire acondicionado, jacuzzi en cubierta, bañera en los servicios, etc pero no fue buena idea complicar tanto las instalaciones en un lugar en el que no hay servicio técnico de nada, tuvimos problemas con el piloto automático y hubo que traerse al técnico desde España, la decoración y tipo de mobiliario fue exclusivamente merito del armador.
Joubert-Nivelt 65
Repetimos otra vez mas con "Joubert-Nivelt" esta vez una barco a motor de semejanza a un Trawler, de 20 metros de eslora.
Lo tuvimos que construir y transportar en tres partes, casco, cabina y orza, más tarde en la costa se ensambló todo, si el transporte del anterior fue una odisea de éste ni hablamos, a modo de anécdota y para hacerse una idea de cómo son las carreteras os diré que en algunos lugares los socavones son tan grandes que los lugareños tienen en al cuneta traviesas de ferrocarril para palanquear y poder sacar los vehículos que se quedan atrapados.
En esta ocasión solo hicimos el casco, el barco se termino en Cataluña, esta es la única foto que he encontrado de el
Bulle de soleil 37 de Gilbert Caroff
Esta vez escogimos un proyecto de "Gilbert Caroff" un ingeniero naval francés que ha diseñado cientos de barcos para construcción amateur, en la fotografía se puede apreciar el estado de nuestra nave, no es que fuéramos descuidados, todo el país estaba así, ¿os podéis imaginar con 20º bajo cero?
El 37 en "Puebla de Farnals" (Valencia) mas abajo detalle de la cocina e interiores, el armador de este barco eligió el transporte a bordo de un mercante, obsérvese la cuna que le hicimos para dicho transporte.
Alitán 37
Diseño de Iñigo Echenique, como aparece mas abajo en un enlace este barco termino desguazado, aunque muchos años después.
Los protagonistasUn servidor y Martin
Mariel Samsonov, apodado Sanson, y vaya si lo era.
Bueno, protagonistas también fueron los sufridos clientes, debió de ser todo un shock encontrarse con los barcos cubiertos de nieve, aunque desde luego también disfrutaron/sufrieron la aventura, este señor que esta a mi lado, armador del Samson 56, se hizo uno de los viajes con nosotros en en el Land Rover.
Yo no llegue a verlo terminado, pero este velero se construyo Mariel con los restos de nuestros barcos, si se, que lo termino por completo y al menos navego hasta Grecia con el.
Hay para escribir un libro, yo no se hacerlo, lastima al menos no haber llevado un diario para no haber olvidado nada.
A algunos de los barcos construidos les seguí la pista, hasta que dejaron de aparecer en internet, el Siroco Diez siguen en activo aquí en Valencia:
El Samson 56 se vendió y sus nuevos armadores fueron con el al Caribe, se volvió a vender y a partir de ahí no volví a saber nada de el.
El 37 de Caroff estuvo muchos años aqui en Valencia y no hace mucho se vendio y se marcho a Italia: